Superar el analfabetismo
En el preámbulo de la resolución 56/116 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se proclama el decenio de las Naciones Unidas de la Alfabetización 2003-2012, se establece que “la creación de entornos y sociedades alfabetizados es esencial para lograr los objetivos de erradicar la pobreza, reducir la mortalidad infantil, poner coto al crecimiento de la población, lograr la igualdad de género, y lograr el desarrollo sostenible, la paz y la democracia”.
Centro de alfabetización o escuela básica en una zona rural de Centroamérica.
Allí igual que en el Caribe el índice de ilestrados es bastante alto, lo que se
constituye en un obstáculo para el desarrollo personal y social.
El analfabetismo es un mal que afecta a la mayoría de los países subdesarrollados. Se estima que existen más de 861 millones de personas analfabetas en el mundo y la República Dominicana no escapa a este flagelo.
La tasa de analfabetismo de la República Dominicana ronda el 10.8%, cifra que ha disminuido en los últimos cuatro años, ya que para el 2004 se encontraba en 13.1%. En las memorias 2004-2008 del Departamento de Alfabetización, de la Secretaría de Estado de Educación, se establece que fueron alfabetizadas 219,474 personas en dicho periodo, lo que permitió la disminución en la tasa de analfabetismo.
Estamos obligados a trabajar arduamente para combatir el problema del analfabetismo; primero porque es un mal que afecta a nuestro país, y segundo porque somos parte de varios acuerdos y programas que nos obligan a ello. Tal es el caso de los Objetivos del Milenio, el Programa Iberoamericano de Alfabetización, el Decenio de las Naciones Unidas de la Alfabetización y el Programa Educación Para todos de la UNESCO.
En ese sentido, el Secretario de Estado de Educación, Lic. Melanio Paredes, ha hecho un llamado a la sociedad para asumir un compromiso, no de reducir la tasa de analfabetismo, sino de superarlo en el 2012.
Esta meta está contenida en el Programa de Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, 2008-2012, como parte de las acciones estratégicas para lograr el objetivo en materia de educación, que propone:”Continuar el proceso de fortalecimiento del Sistema Educativo Dominicano…”, por lo cual dicha propuesta es un compromiso del actual Gobierno.
Para tener una idea de lo que representa este planteamiento, solo hay que ver las metas planteadas para la problemática del analfabetismo, en los Objetivos del Milenio y el Programa Iberoamericano de Alfabetización. Tanto en uno como el otro, lo que se ha propuesto es una reducción significativa del analfabetismo, teniendo como meta el 2013 en el Programa Iberoamericano de Alfabetización, y el 2015 en el caso de los Objetivos del Milenio.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que tanto el Plan Iberoamericano de Alfabetización como los objetivos del Milenio, están planteados para un conjunto de países, que si bien comparten la problemática del analfabetismo, tienen realidades sociales, económicas y políticas muy diferentes; de ahí que tengan que plantear metas que sean viables y posibles para la totalidad de países.
Habría de suponer, que si estas metas hubieran sido diseñadas exclusivamente para la República Dominicana, se habrían planteado metas más ambiciosas, ya que si bien es cierto que el tema de educación presenta múltiples problemas y grandes metas por alcanzar, la realidad es que hay que reconocer que se han logrado avances importantes, que han sido reconocidos internacionalmente.
Tomando en cuenta estos elementos, es que me atrevo a plantear que superar el analfabetismo en el 2012, es posible. ¿Cómo se pretende alcanzar dicha meta?, ¿Cuáles estrategias deben ser implementadas?, ¿Cuáles son los programas de alfabetización que se están ejecutando? De esto hablaremos en un próximo artículo. Por lo pronto, debemos sumarnos a esta propuesta, dando toda la ayuda y apoyo que podamos brindar, para convertir en realidad lo que es más que justo y necesario: superar el analfabetismo en el 2012, pues es un gran reto que debemos asumir.
El autor es director de educación de la Fundación Nacional de Desarrollo Integral, FUNDI.
La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones de la persona, el volante de la maquinaria social.
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